Por tercera vez en cinco años el actor Paul Bettany se convierte en un guerrero religioso en “Priest: el vengador”, que se estrena mañana en Rosario. En el filme interpreta al miembro de un equipo de fuerzas especiales de sacerdotes enviados por la Iglesia para librar la batalla entre el bien y el mal, representado aquí por unos despiadados vampiros.
Bettany ya estuvo a las órdenes divinas en “El código Da Vinci”, en 2006, y “Legión de ángeles”, en 2010, y en esta ocasión su personaje emprenderá una cruzada por su cuenta para encontrar a su sobrina desaparecida.
Basada en el cómic del dibujante Min-Woo Hyung, “Priest: el vengador” es una vuelta de tuerca sobre las películas de cazadores de vampiros. Aquí los cazadores son sacerdotes, los “priest” del título. Y no son cualquier tipo de sacerdote ya que además andan en moto por el desierto, vestidos de cuero y botas.
Según se adelanta, después de centenares de años de enfrentamiento, los humanos derrotaron a su más temible enemigo, las hordas de vampiros asesinos. Los pocos que quedan fueron recluidos en reservas aisladas, mientras que la mayoría de los humanos se refugiaron en ciudades amuralladas dirigidas por la Iglesia.
Pero todo cambia cuando la noticia de un ataque vampírico y el secuestro de una joven llega a oídos del personaje de Bettany, un duro veterano de guerra. El hombre solicita a los monseñores reinantes permiso para ir en busca de la rehén, que además es su sobrina.
En un mundo regulado por rígidos códigos, el permiso es denegado, pero decide que la vida de su sobrina es más importante, desafía las ordenes de sus superiores y sale a buscar a su sobrina antes de que los vampiros la transformes en una esclava.
Un trío justiciero. A su cruzada se une el novio de la chica, Hicks, a cargo de Cam Gigandet, uno de los héroes de “Crepúsculo”, que en este caso interpreta a un joven sheriff de gatillo fácil y una antigua sacerdotisa guerrera, a cargo de Maggie Q, que posee poderes sobrenaturales para la pelea.
Los principios de justicia del personaje de Bettany son paralelos a la realidad, según contó el actor. “Si alguien amenaza a mis hijos, por supuesto que me pongo en medio de una bala, no lo pensaría. Soy una persona pacífica, pero si tratan de dañar o lastimar a mi familia tendré que responder, accionaría un arma y tal vez mataría; de lo contrario, no podría caminar por el mundo con la cabeza en alto”, afirmó el actor a medios de prensa y añadió: “Como sucede en «Priest», estoy hecho para defender a los míos y es de lo que se trata este filme”.
El actor consideró que este tipo de personajes, a pesar de los años que llevan en pantalla y en la literatura, siguen vigentes por el terror que causan. Para demostrarlo citó la novela de Bram Stoker, del siglo XIX.
Sin embargo marcó algunas diferencias con lo vampiros recientes, como podría ser el caso del que interpreta Gigandet en “Crepúsculo”. “Encuentro rara esta ola de vampiros,a los cuales les quitaron su atractivo. No creo que una chica de ninguna manera querrá llevarlos a casa para presentárselos a su madre. Por eso me gustó tanto estar en una producción donde los vampiros vuelven a causar miedo”, adelantó.
El rey que no fue
El actor británico Paul Bettany lamentó no haber aceptado el papel protagónico de “El discurso del Rey” que le valió un Oscar a otro británico, Colin Firth. De hecho la película fue pensada por el guionista con Bettany en mente para el personaje del monarca tartamudo Jorge VI. Pero la familia fue el gran escollo para sumarse a ese proyecto ya que había estado trabajando cinco meses seguidos en “El turista” como el inspector John Acheson. “Mi hijo me extrañaba y yo a él. Mi hijo y mi esposa”, explicó el actor que está casado con la actriz Jennifer Connelly.
lacapital
DiarioTwilight
Bella Hugs
Bettany ya estuvo a las órdenes divinas en “El código Da Vinci”, en 2006, y “Legión de ángeles”, en 2010, y en esta ocasión su personaje emprenderá una cruzada por su cuenta para encontrar a su sobrina desaparecida.
Basada en el cómic del dibujante Min-Woo Hyung, “Priest: el vengador” es una vuelta de tuerca sobre las películas de cazadores de vampiros. Aquí los cazadores son sacerdotes, los “priest” del título. Y no son cualquier tipo de sacerdote ya que además andan en moto por el desierto, vestidos de cuero y botas.
Según se adelanta, después de centenares de años de enfrentamiento, los humanos derrotaron a su más temible enemigo, las hordas de vampiros asesinos. Los pocos que quedan fueron recluidos en reservas aisladas, mientras que la mayoría de los humanos se refugiaron en ciudades amuralladas dirigidas por la Iglesia.
Pero todo cambia cuando la noticia de un ataque vampírico y el secuestro de una joven llega a oídos del personaje de Bettany, un duro veterano de guerra. El hombre solicita a los monseñores reinantes permiso para ir en busca de la rehén, que además es su sobrina.
En un mundo regulado por rígidos códigos, el permiso es denegado, pero decide que la vida de su sobrina es más importante, desafía las ordenes de sus superiores y sale a buscar a su sobrina antes de que los vampiros la transformes en una esclava.
Un trío justiciero. A su cruzada se une el novio de la chica, Hicks, a cargo de Cam Gigandet, uno de los héroes de “Crepúsculo”, que en este caso interpreta a un joven sheriff de gatillo fácil y una antigua sacerdotisa guerrera, a cargo de Maggie Q, que posee poderes sobrenaturales para la pelea.
Los principios de justicia del personaje de Bettany son paralelos a la realidad, según contó el actor. “Si alguien amenaza a mis hijos, por supuesto que me pongo en medio de una bala, no lo pensaría. Soy una persona pacífica, pero si tratan de dañar o lastimar a mi familia tendré que responder, accionaría un arma y tal vez mataría; de lo contrario, no podría caminar por el mundo con la cabeza en alto”, afirmó el actor a medios de prensa y añadió: “Como sucede en «Priest», estoy hecho para defender a los míos y es de lo que se trata este filme”.
El actor consideró que este tipo de personajes, a pesar de los años que llevan en pantalla y en la literatura, siguen vigentes por el terror que causan. Para demostrarlo citó la novela de Bram Stoker, del siglo XIX.
Sin embargo marcó algunas diferencias con lo vampiros recientes, como podría ser el caso del que interpreta Gigandet en “Crepúsculo”. “Encuentro rara esta ola de vampiros,a los cuales les quitaron su atractivo. No creo que una chica de ninguna manera querrá llevarlos a casa para presentárselos a su madre. Por eso me gustó tanto estar en una producción donde los vampiros vuelven a causar miedo”, adelantó.
El rey que no fue
El actor británico Paul Bettany lamentó no haber aceptado el papel protagónico de “El discurso del Rey” que le valió un Oscar a otro británico, Colin Firth. De hecho la película fue pensada por el guionista con Bettany en mente para el personaje del monarca tartamudo Jorge VI. Pero la familia fue el gran escollo para sumarse a ese proyecto ya que había estado trabajando cinco meses seguidos en “El turista” como el inspector John Acheson. “Mi hijo me extrañaba y yo a él. Mi hijo y mi esposa”, explicó el actor que está casado con la actriz Jennifer Connelly.
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