Sigamos la moda, hablemos de los vampiros, sin olvidarnos del tema central de nuestro blog, el sexo, la sexualidad, y… añadamos el ajo como condimento, como Arguiñano con el perejil, vamos.
Desde la edad media se viene usando el ajo como repelente de vampiros, pena que a los chupasangre de este siglo, los banqueros y otros, no les ahuyente, ni espante,¡qué penita mas grande!. Bueno, pero nosotras a lo nuestro. Pues sí, siguiendo la tradición medieval, la mujer fértil más vieja de la casa era la encargada de colocar los olorosos y perfumados ajos en puertas y ventanas de la casa con la intención de espantar a las bestias voladoras de la noche.
¿Pero por qué el ajo les espantaba? ¿Qué milagro originaba? Pues pensad,… vampiros-sangre y…¡menstruación! ¡Claro! La sangre de la menstruación era un olor irresistible para los vampiros, lo olían, con su agudo olfato desde kilómetros a la redonda. Y pensad que debido a las hormonas y las feromonas, cuando varias mujeres conviven juntas sus menstruaciones tienden a simultanearse, con lo que menstruando a la vez desprenderían un olor irresistible para los vampiros y el ajo lo que hacía, con su penetrante perfume, era ocultar el olor de la sangre menstrual e impedir que los vampiros se dieran un revolcón sexosangriento con sus víctimas.
Curioso, ¿verdad? Igualmente curioso, la imagen de buenos amantes que nos han transmitido, ¿por su agresividad? ¿Porque se manifestaban como verdaderos dandis, educados, cultos y con un toque misterioso y decidido? En fin, así nos va a las mujeres, nos van los “malos”, como varias veces hemos comentado.
Y creáis o no en los vampiros, no dudéis ni un solo segundo de que existen depredadores sexuales que a lo mejor la sangre no os la chupan, pero que vacías o vacíos ya os dejan, ya,… ¡espantarlos! con o sin ajo.
fuente estovadesexo
DiarioTwilight
Bella Hugs
No hay comentarios:
Publicar un comentario